Dispareunia, la respuesta erótica en la disfunción sexual.
¿ De qué nos habla la dispareunia? ¿Qué clase de respuesta sexual refleja esta disfunción en la mujer?
Se considera disfunción sexual porque aparece de manera recurrente y está caracterizada por la aparición de dolor genital asociado a la práctica sexual con penetración.
Del término griego “dyspareunos”, significa trastorno o dificultad con el compañero de lecho.
Pocos estudios son representativos y la falta de información de las propias mujeres a la hora de comprender esta disfunción, hacen imposible disponer de datos valiosos que nos permitan profundizar en esta clase de trastorno, cuya característica más relevante es el dolor en la relación sexual.
Algunos de los antecedentes de mujeres con dispareunia revelan que un número representativo de ellas fue objeto de algún tipo de abuso sexual durante su infancia.
Aunque es un dato significativo y revelador, se circunscribe a los casos de abusos. Pero ¿qué sucede con aquellos casos de dispareunia en mujeres que no han sufrido abusos en su infancia o adolescencia o que sufrieron otro tipo de abusos menos evidenciables y difíciles de detectar?
¿Qué sucede con las hijas, de las hijas, de las hijas, de mujeres que recibieron una educación represora y estricta que negó sus cuerpos sensitivos y sanos?
¿Hasta qué punto somos conscientes de la educación desviada y represiva que hemos recibido a través de los cuerpos negados por siglos de nuestro linaje femenino?
¿Dónde quedó la sexualidad cuando a muchas mujeres se les transmitió una visión de las relaciones sexuales oscura, peligrosa, pecaminosa y separada del amor?.
Es cierto que no todas las mujeres abusadas o contaminadas por una educación represiva y sancionadora presentan dispareunia .
Lo más importante a valorar es la experiencia de tu cuerpo a lo largo de tu desarrollo como mujer y por tanto del desarrollo de tu sexualidad.
Date cuenta de que si la experiencia durante el desarrollo de tu sexualidad como niña y adolescente es negativa, eso contaminará tu desarrollo con un tipo de personalidad de rasgos infantiles y dependientes.
Puede que no lo creas, eso lo tenemos en nuestra sociedad, eso sigue ahí y no tiene aún suficientes voces para ser liberado.
La relación sexual da esa intimidad que solamente tiene la madre con el recién nacido. Isabel Allende
Por eso las dispareunias no nos ofrecen datos significativos, tanto en cuanto a las experiencias previas, como a un tipo específico de personalidad que las sufre.
Lo que se diagnostica como dispareunia es un síntoma claro que se produce en esta disfunción, el dolor antes de, durante o posterior a la relación sexual. Lo sufren mayormente mujeres y tiene su origen en causas orgánicas y/o psico-emocionales.
No ocurre lo mismo con el vaginismo, que es generalmente primario, es decir que se ha presentado desde el inicio de los intentos por mantener relaciones sexuales y ha impedido la penetración.
Orígenes del cuadro de dolor en la dispareunia
Es necesario investigar el origen de este cuadro de dolor, si es a consecuencia de alguna alteración orgánica o infección que desencadenó molestias y que, más allá de su resolución a nivel físico, ha seguido manteniendo un cuadro de dolor. O bien las causas son más profundas y tienen su origen en el psiquismo.
Las alteraciones a nivel orgánico muchas veces son el reflejo o la consecuencia de un conflicto interno.
Muchos indicios nos revelan que el dolor genital asociado a la práctica sexual puede tener su origen en conflictos difíciles de identificar sin la ayuda de un buen terapeuta.
Durante el reconocimiento médico es importante diferenciar el tipo de dolor que siente la mujer con dispareunia, la localización del dolor, intensidad del mismo y cualidad del dolor, porque no es lo mismo una sensación de ardor, otra de quemazón, a aquella que se define como una molestia.
Aún cuando este examen se hace imprescindible para determinar o descartar los factores orgánicos del trastorno, hay que ser sumamente cuidadosos.
Necesitas que el ámbito y los profesionales que te atiendan sea en un entorno de apertura y confianza, poder tratar con terapeutas preparados es el primer paso para comprender los mecanismos que puedan estar incidiendo en el problema.
Algunas de las mujeres que presentan dispareunia también suelen presentar baja tolerancia al dolor físico, lo cual las hace más sensibles a desarrollar este tipo de respuesta.
A pesar de que se trata, como digo, de una disfunción sexual de baja incidencia, muchas mujeres jamás han consultado a una ginecóloga/o, o si lo han hecho ha sido por otras causas, por lo que es fácil encontrarme con mujeres que no toman la responsabilidad de conectar con su cuerpo y siguen eludiendo el problema de fondo.
Interferencias con el placer
Es absolutamente relevante determinar el modo en que el dolor interfiere con el placer y como la experiencia de dolor interfiere con el deseo de mantener una relación sexual.
Me he encontrado en más de una ocasión con mujeres que han evitado la sexualidad por no querer resolver su dispareunia y acudir a mi cuando ya es demasiado tarde para mantener la relación a flote o cuando su pareja les abandona.
En estos casos, asumir que tu mapa de creencias sobre la sexualidad ha sido creado en su mayoría por todas las personas que te rodeaban en tu niñez, es de vital importancia para el proceso de sanación.
Toda esa gente que te rodea, de manera voluntaria o involuntaria, te ha preparado para vivir un tipo de vida y un tipo de sexualidad.
Cuando las creencias actúan como sistema defensivo, la dispareunia puede ser una respuesta que refleje el conflicto de vivir una sexualidad a medias debido a actitudes negativas de las que ni siquiera eres consciente.
Afortunadamente eso está cambiando, no hablo solo de mantener relaciones sexuales fogosas y placenteras, sino de elegir tú misma la sexualidad que deseas experimentar sin que nadie te imponga ningún modelo y empezar a comprender la importancia que la sexualidad tiene en tu vida de mujer.
La verdadera sexualidad trasciende todos los modelos, pero es importante saber y decidir qué camino quieres elegir para tener una sexualidad plena, identificando tus verdaderas necesidades y creándolas en tu vida.
La relación sexual no es fundamental para el amor, sino que al amor es fundamental para la relación sexual. Phil Bosmans
Hay que pasar a la acción y empezar a cambiar tus pautas de comportamiento sexual
Para que valores tú misma el grado de responsabilidad que tienes a la hora de evitar una disfunción sexual, te señalo 5 razones por las que una mujer puede aceptar la relación sexual aún sufriendo de dolor:
– por presión de su pareja que es incapaz de sintonizar con el proceso.
– por evitar la descalificación de su pareja al considerarlo una excusa para evitar el
contacto.
– por complacer a la pareja y evitar infidelidades
– por querer ser una chica buena y creer que “ya se pasará el dolor”
– por querer sentirse una mujer normal y esforzarse.
Y 5 razones por las que una mujer elude o evita la relación sexual con dolor:
– la experiencia de dolor inhibe el deseo sexual
– las experiencias anteriores despiertan miedos e inseguridad, frustración.
– se asocia el dolor con el displacer en la práctica sexual
– la falta de interés sexual deteriora la relación y los vínculos con la pareja
– la inhibición puede bloquear e interrumpir la buena comunicación por la sensación de «no estar haciendo las cosas bien».
Razones por las que las parejas acuden a terapia
Las razones por las cuales la mujer acude a terapia, con o sin su pareja, una vez realizadas las pruebas clínicas, suele ser para eliminar las barreras y mantener una relación sexual sana y placentera.
En relación con este punto debo aclarar que los criterios clínicos utilizados se limitan a considerar únicamente la penetración o la ausencia de dolor como señal de éxito terapéutico, lo cual solo es un primer estadio.
Cuando cada uno decide hacerse responsable sin dejar de lado su implicación en la situación , entonces todo se alinea para que sea mucho más fácil superar cualquier conflicto.
Iniciar un proceso de autodescubrimiento de la propia sexualidad acarrea consigo un verdadero mapa de tu mundo sexual donde vamos a encontrar todo tipo de ideas, actitudes y expectativas que todas las personas vamos desarrollado sobre el vínculo sexual y que pueden ser identificadas como creencias que quizás te estén limitando.
En mi opinión este es solo el comienzo, porque una relación sexual debe ir acompañada de placer y ese debe ser el objetivo final de toda terapia.
La forma en que te vinculas con tu pareja, las prácticas, las caricias, estar desnudos, todo es importante y necesitas aprender a evaluarlo para descubrir lo que te potencia y lo que te limita. Plantearse nuevas alternativas, como el sexo oral, los tiempos, retardar la penetración, la comprensión de las causas, son algunos ejemplos de cómo se puede superar cada fase de una disfunción como la dispareunia.
Si te desentiendes del dolor, estás negándote a escucharte, a saber qué te está comunicando tu propio cuerpo para que atiendas a sus señales.
Con el paso del tiempo se establecerán una serie de rutinas de evitación hasta que progresivamente la relación vaya perdiendo la calidad y desaparezca.
La distancia afectiva y sensual hace imposible solucionar el problema.
No permitas que esto ocurra, el pacto de silencio que se establece en muchos casos en torno al conflicto te aleja de la posibilidad de buscar ayuda profesional.
Los ejemplos que te he dado muestran con claridad que si hacen falta dos para bailar un vals, también hacen falta dos para sostener una situación de este tipo a lo largo del tiempo.
Si bien es cierto que el foco de la terapia tradicional del dolor se fija en la mujer que sufre el problema, no es menos cierto que sin un compromiso de la pareja para acompañar los cambios, éstos serán más lentos y difíciles.
Crédito foto: Juergen Kurlvink via photopin cc
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