En artículos anteriores hablaba de la importancia de la buena comunicación en la pareja. En este post quiero llamar la atención sobre lo sencillo que puede resultar hacer que tu vida sea extraordinaria sin tener que exigirte nada extraordinario.
¿Deseas mantener una relación sensacional con tu cónyuge?
Lo que te propongo es tomar nota de los cuidados esenciales que fortalecen la relación de pareja para convertirla en algo muy especial.
La diferencia entre lo bueno y lo muy bueno puede que te sorprenda cuando descubres que aportando pequeñas cosas de manera constante y sobre todo creativa a lo largo del tiempo, consigues sumar en lugar de restar, lo contrario a la mayoría de parejas.
Si lo que erosiona la relación suele ser la rutina y el desgaste, entonces la mejor medicina es aplicar el remedio contrario: aprender a recoger los beneficios de cuidar todo lo que a corto o largo plazo puede perjudicar y que es de interés común a los dos. Cuidar en lugar de dejar que el tiempo lo estropee.
La metodología es práctica, todo lo que te puede perjudicar, ponlo a tu favor para que sea un beneficio en lugar de una amenaza. Lo que quiere decir que todo aquello en lo que no pongas tu atención y tus cuidados, se va a deteriorar con el tiempo.
Uno de los ingredientes que transforman más rápidamente la calidad de una relación es el afecto mutuo vivido desde la intimidad. Es algo explosivo!
¿Cuál es el secreto?
Basarlo en la verdadera intención, en acciones concretas y sencillas.
La vida de pareja puede obedecer a diferentes automatismos o puede obedecer a una visión que deseas traer a la realidad que quieres vivir, creándola con tu intención.
Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender. Françoise Sagan
Los preparativos importan mucho.
Según sea el nivel de entrega, la complicidad, el deseo de estar junto al otro, el vínculo se va a desarrollar con más o menos energía en función del tiempo que te tomes cuidando todo el proceso.
Para mi es muy sencillo, para cualquier pareja o cualquier futura pareja que desee construir una relación plena desde el principio, la clave es cuidar el proceso y crear los circuitos necesarios para que la relación se alimente y se nutra adecuadamente.
En lugar de empezar a cuidar la relación cuando surgen los primeros conflictos, las primeras preocupaciones, al perder calidad o cuando aparece una señal inesperada de alarma que te hace reflexionar sobre la solidez del vínculo, es mucho más eficaz empezar desde el momento en que se decide formar una relación de pareja.
A partir de ahí todo es empezar. Se inicia un proceso en el que se van a ir sumando acciones, decisiones, acuerdos, negociaciones, experiencias compartidas, y actividades enfocadas a cuidar de tu cuerpo, tu mente, tus emociones y tu espíritu.
Se trata de hacerlo los dos, no uno solo, porque lo que has decidido es compartir con tu pareja un propósito muy claro, el de crear una nueva célula donde vais a convivir juntos.
Los estados corporales
Definir un estado corporal es relativamente sencillo, se trata de valorar el tono vital en el que te encuentras en cada momento para preparar adecuadamente el encuentro con tu pareja.
La atracción física es uno de los motivos que nos atraen hacia la experiencia amorosa, sobre todo en el inicio de la relación. A medida que vas conociendo a la persona, su carácter, sus valores, sus prioridades y hábitos, con esa información es con la que decides te complace entablar un proyecto de vida interesante y motivador.
Muchas veces el automatismo, aunque sea inconsciente, nos lleva indirectamente a tomar actitudes de familiaridad que sin pretenderlo pueden convertirse en un obstáculo más adelante, por ejemplo, cuando te relajas porque la conquista ya está hecha creyendo que todo el campo es orégano. Aunque parece banal, ocurre constantemente. Es lo que yo llamo personalmente «vivir del saldo».
Para evitar éste y otros errores parecidos, es fundamental que el cuidado a nivel personal sea un asunto de amor propio y se practique desde el principio de la relación como parte de los valores que cada uno respeta en sí mismo. Este es solo un ejemplo sencillo pero decisivo de cómo algo que podría convertirse en enemigo de la pareja, lo puedes convertir en tu mejor aliado para fortalecer la relación.
Con estos ejemplos es fácil comparar la relación de pareja con un jardín, que se convierta en un jardín arreglado o desarreglado dependerá de lo que, desde el principio, se vaya a acordar como valores ineludibles.
Cuídate siempre, es una de las formas en que puedes quererte a ti misma. Esto hará que te sientas mejor contigo y sin duda aportará a tu relación de pareja un plus de renovación y de atractivo.
El cuidado de tus estados corporales es el punto de partida porque es desde donde se produce la conexión con el otro, es por tanto fundamental que cada uno cuide su cuerpo y se sienta tan cómodo en él como le sea posible.
Los estados de la mente
Asimismo, cada uno debe elegir las prácticas que más le conecten con su espacio interior y cuidar los estados de su mente.
Ya sabes lo útil que es la mente cuando eres tú quien la conduce: visualizando y poniendo la intención en la relación que deseas, creando las condiciones para que esta nueva vida sea, compartiendo con este ser, tomándote el tiempo para conectar en la pareja y convirtiendo esa unión en un acto conectado.
Permítete también ese espacio, estoy convencida de que las relaciones del nuevo milenio merecen ser concebidas de una manera especial para que sean diferentes a lo que hemos conocido y más plenas. Y para hacerlo posible, tienes que empezar a hacer cosas diferentes de las que has hecho hasta ahora.
Considero que es muy importante recobrar la conexión sagrada como parte de tu misión como ser humano, como acompañante de tu pareja y como madre quizás de tu futuro hijo, en caso que decidas tenerlo.
Fases
Has cuidado el proceso de creación de la relación que ambos deseáis, has creado junto con él los estados corporales y mentales adecuados que favorezcan la fluidez y la continuidad del vínculo, reforzándolo, aportando nuevos motivos para fomentar la complicidad y la sintonía.
Llega la fase de consolidación, donde se irá gestando la formación de un vínculo sólido y afectuoso que además estás contribuyendo a la evolución en la forma de relacionarse de las parejas del futuro y a la evolución de la especie humana.
Es algo poderoso e importante, es encender llamas de vida y vínculos de amor sólidos, es transformar las limitaciones que recibimos en posibilidades para enriquecer la experiencia de ser y cualquier experiencia futura de los que se vayan a sumar más allá de nosotros, por ejemplo nuestros hijos.
La forma de cambiar nuestro mundo pasa por la forma en que cambiamos nuestro mundo interior.
Hace décadas que se viene investigando sobre los cambios que se operan en el cuerpo y en la mente. Gracias a la práctica de algunas técnicas de demostrada eficacia, podemos tener cuidado de los estados corporales y mentales, cada vez de forma más sencilla y asequible. Solo tienes que elegir los más afines a ti e incorporarlos a tu rutina.
Y no te sorprenda que lo que nos dicen estas informaciones es lo que tú y yo ya sabemos desde hace tiempo y no nos atrevíamos a reconocer, que somos seres sensibles que reaccionamos a todo lo que recibimos de los demás y a todo lo que pensamos sobre nosotros mismos.
¿Y qué piensas sobre ti misma?
Lo que piensas sobre ti misma y lo que recibes de los demás es fundamentalmente un alimento sutil que llega a través de los pensamientos, a través de las emociones, a través de tus creencias, de tus acciones y de tus relaciones con los demás.
¿Cómo se transmiten? ¿Cómo actúan en ti pensamientos y emociones?
Entender esto es muy importante:
Si tienes un pensamiento que te genera bienestar, hará que sientas una emoción de bienestar y esa emoción va a ir acompañada de un estado corporal de relajación, de apertura, lo que hace que en tu torrente sanguíneo se liberen hormonas de placer (endorfinas).
Además de las endorfinas, liberamos también la hormona del amor, la oxitocina. Esta hormona crea en ti estados positivos de bienestar que facilitan la expansión, la apertura, despiertan la ternura, el contacto, los abrazos, el afecto.
Lo mismo ocurre si tienes un pensamiento negativo recurrente, repetitivo, automático, de esos en los que quedas atrapada generando una emoción de malestar, tensando tu cuerpo que se contrae, aparece el estrés liberando en tu torrente sanguíneo hormonas como el cortisol o la adrenalina, intoxicando tu cuerpo.
Tanto para las emociones de bienestar como para las emociones de malestar, tienes una respuesta fisiológica que surge del mismo estado mental en el que te encuentras.
Pensamiento y emoción conectan tus estados corporales y mentales de manera clara y sencilla para que puedas percibir cómo un pensamiento puede reforzar o debilitar rápidamente cualquier propósito que desees obtener en tu vida.
¿Qué hay que hacer, entonces?
En primer lugar, no hay que preocuparse, la relación va a tener que atravesar toda la gama de emociones humanas, desde la alegría, la tristeza, el bienestar, el malestar, …y todo ello va a ser positivo para que la relación prospere superando las crisis que, más pronto o más tarde, aparecen en toda relación
¿Cuál es tu ocupación como miembro de la pareja?
Tu labor en realidad se basa en cosas muy sencillas. Es principalmente reconocer la relación como algo valioso que necesita ser nutrido y alimentado.
Estar presente en todo momento y en cada situación para construir desde la base del diálogo, de la buena comunicación, del respeto, del cariño, del “yo me ocupo de ello lo mismo que tu” construyendo el sentimiento de confianza y de apertura que toda relación necesita, y respirando un aire cada vez más fresco y renovado.
Si sabes cómo acoger tus emociones, seguirás construyendo puentes de diálogo con la pareja para que los niveles de oxitocina estén presentes en la relación, reforzando los sentimientos de amor y de unión.
La hormona del amor se ocupa de orientarte siempre hacia una psicología positiva de la relación, hacia una visión más holística, más amplia, más integradora, te hace ser más sensible y perceptiva, dispuesta a comprender más y mejor.
La Mente bien dirigida es creativa
Las imágenes mentales se transmiten, crea las imágenes mentales en ti misma que te van a proporcionar bienestar a ti y a tu pareja, mutuamente.
Cuida las acciones que emprendas y cuida la relación, comunica y escucha, aprovecha el enorme potencial de la relación para tu desarrollo como ser humano y como pareja, tienes la oportunidad de ofrecértelo a ti misma y al mundo, a tus hijos, una conexión de calidad para que puedas desplegar todo tu potencial y el de la pareja, una responsabilidad que reclama ser compartida entre los dos.
El hombre tiene dos caras: no puede amar sin amarse. Albert Camus
Si has cuidado todo el proceso, llegará el momento de recibir tus recompensas. Dependerá de cómo lo estés viviendo, de si está alineado con tus/vuestros propósitos, podrás experimentar una sensación de triunfo, de “yo puedo” y tu pareja también, que te llevará, suceda lo que suceda, hacia la realización del propósito compartido.
Como ser «sintiente» tienes como misión elegir el escenario donde quieres vivir la relación en tu vida y cuidar los detalles al máximo, disfrutando plenamente con la unión.
Hagas lo que hagas, piensa en hacerlo siempre lo mejor posible, no te culpes por tus errores, lo que hagas será perfecto para tu evolución mientras puedas seguir avanzando.
No olvides que para ti, mujer, es muy sano compartir. Las vivencias que desde la esencia femenina podamos ir compartiendo entre nosotras, experimentando y expresando en compañía de otras mujeres, es una forma de reconocernos y valorizarnos.
Concédete el espacio para manifestar tus dones perdidos como mujer, comparte la fuerza de la energía femenina apoyándote y dejándote cuidar por otras mujeres. Reforzarás los vínculos con tu pareja a medida que te vayas queriendo tú misma y conozcas tus verdaderos deseos.
En culturas anteriores donde se honraba a la diosa, las mujeres sabían que sus labores no terminaban nunca , sabían como cuidarse. Tenían su tiempo y su espacio para compartir.
Recobrar el verdadero sentido de lo femenino es poder expresarlo mientras te desarrollas como mujer, en la relación de pareja, en la maternidad, enriqueciendo para siempre tu vida.
Reconócete, valorízate, sé tu mejor compañía en todas las etapas de la vida y te sorprenderás de la capacidad que desarrollas en ti para crear. y crecer.
Aprenderás a liberar las hormonas necesarias en tu cuerpo, los “chutes” naturales, gracias al cuidado interno de todo el proceso desde el inicio de la relación.
Crédito foto: Markus Bollingmo via photopin cc
Gracias,es de mucha ayuda leer este tipo de artículos,a todos nos interesa mantener nuestra relación de la manera mas sana posible,sobre todo a las mujeres que somos mas sensibles,en mi caso,sobre pienso mucho los detalles,creo que a veces me pongo paranoica.
Seguiré sus consejos.
Hola Miel, que nombre más dulce!
Gracias por tu aportación. Recuerda, más que los detalles es encontrar la inspiración y la creatividad que fluyen de tu estado interno y tu plenitud
personal, de acuerdo a tus valores y tu auto-concepto.
Me alegra haber sido útil y que mi aportación te sirva de ayuda.
Lo cierto es que quiero dar una nueva orientación a mi web, la tengo hasta cierto punto abandonada porque he estado atravesando diversos cambios que ya pueden dar sus frutos con el Nuevo Año que será menos convulso para todos.
De nuevo gracias